Los animales no dejan de sorprendernos con las cosas que son capaces de hacer, y esta historia, es una de esas memorables. Un día Chris DeBaets estaba paseando cerca de su casa, cuando encontró una ardilla bebé congelada y deshidratada. Se quedó en el lugar por unos minutos y al ver que no aparecía la mamá ardilla, decidió llamar a su esposa, Liz, para saber si se podía llevar a la pequeña a casa.
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