La rana physalaemus nattereri, originaria de Sudamérica, ha desarrollado un ingenioso método para confundir a sus depredadores. En la parte posterior de su cuerpo posee unas glándulas con unas prominentes marcas que semejan ser enormes ojos.
En momentos de peligro, esta rana se vuelve de espaldas, levanta las patas y apunta al agresor con los falsos ojos, que simulan ser los de un animal mucho mas grande y peligroso. Si a pesar de todo, no logra desalentarlo, segrega con esas mismas glándulas, una sustancia que deja un sabor muy desagradable en la boca del agresor.