De vez en cuando ocurren en la naturaleza comportamientos que nos pueden llegar a sorprender bastante.
Este es el caso de nuestra amiga la ardilla, que en circunstancias normales debería de huir de uno de sus depredadores naturales, como es la serpiente. Para ello, la ardilla cuenta a su favor con una gran agilidad y es de sobra conocida su habilidad para trepar por los arboles.
Pero bien sea porque estas valientes ardillas estaban defendiendo a sus crías de la presencia de la serpiente, o porque esa serpiente en concreto no les parecía lo suficientemente peligrosa, en estos dos vídeos vamos a poder  observar como el cazador se convierte en presa y son las ardillas las que atacan ferozmente al reptil, quien apenas puede defenderse de la ofensiva.



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