Cansada de recibir piropos, muchas veces subidos de tono, una mujer se calzó el sombrero de obrero y se sentó en la calle para piropear a varios hombres.
Una mujer vestida de obrera piropea a los hombres
Cansada de recibir piropos, muchas veces subidos de tono, una mujer se calzó el sombrero de obrero y se sentó en la calle para piropear a varios hombres.