El doctor que lo vio nacer le dio muy pocos días de vida. Su madre, apesadumbrada por la situación, lo abandonó en un orfanato. El futuro parecía no depararle nada bueno a Cornel Hrisca-Munn, pero gracias al amor de sus padres adoptivos y sobre todo a un esfuerzo sobrehumano para imponerse ante las adversidades, este rumano de 21 años construyó una vida que sirve de inspiración.
ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.