Aunque no se debe jugar con la comida, en el caso del fotógrafo brasileño William Kass se puede hacer una excepción.

William utiliza para sus escenas todo tipo de alimentos y en ellos coloca diminutas figuras humanas.

Con su imaginación transforma una naranja en una piscina, guindillas en hogueras, un calabacín en un cañón de circo, cocos en montañas o una pitaya en una pared para la escalada.

En estas fotografías puedes apreciar, con todo detalle, algunas de sus mejores composiciones.




















ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.