pesar de los testimonios de los locales, por el momento la ciencia no ha podido documentar esta conducta. Lo que sí ha podido constatar es un detalle bastante particular: la ardilla vampiro tiene la cola más esponjosa del mundo. Lo ha descubierto Emily Mae, la hija adolescente del naturalista Erik Meijaard, de la asociación conservacionista People and Nature Consulting International, cuando se puso a medir el volumen de las colas de las ardillas inmortalizadas en fotos por cámaras sensibles al movimiento repartidas por su territorio. Atónita comprobó que la cola era un 30% más grande que el resto del cuerpo.
El nombre científico de la extremadamente esponjosa ardilla es Rheithrosciurus macrotis. Mide 35 centímetros; parece poco pero es el doble de lo que suelen medir las ardillas arborícolas. También tiene las orejas especialmente peludas. Los científicos no han descubierto aún la función de tan ahuecada cola, pero todo apunta a que tiene que ver con la defensa ante los depredadores. Su gran tamaño le haría parecer más desafiante y peligrosa. Si no, siempre puede tirar de la leyenda: