Esta semana los usuarios de internet sufrieron problemas de conexión a nivel internacional, hecho que puso al descubierto varios peligros que amenazan a internet, ningúno de los cuales, sin embargo, es nuevo. Se trata, en particular, de la existencia de equipos obsoletos y de la falta de espacio de memoria virtual en condiciones de tráfico creciente. A ello se une el agotamiento de las direcciones IP, ya que los 4.200 millones de direcciones IP disponibles ya no son suficientes para todos los dispositivos que poseen los usuarios, escribe el diario 'The Guardian'.
Sin embargo, a todos estos problemas se une otro problema, a la vez antiguo, pero muy actual, como son los ataques de los tiburones. El interés de los tiburones, barracudas y otros peces por los cables submarinos que conectan varios continentes y países del mundo se conoce al menos desde 1987, escribe la revista 'Slate'. Desde entonces los tiburones siguen mordiendo los cables de internet como si fueran comida.
Según varias versiones, quizá lo que atrae a los tiburones son los campos magnéticos generados por las corrientes eléctricas dentro de los cables, lo que los haría confudirlos con peces. O también podría ser que los tiburones muerden los cables porque simplemente les parecen interesantes.
A pesar de que la mayoría de los cables submarinos ya están protegidos frente a la amenaza de los tiburones, es un hecho que los escualos pueden dañarlos, causando problemas a los usuarios de internet.
La última generación de cables submarinos de Google están protegidos con hilos protectores especiales, probablemente patentados por el propio Google, y por armaduras de alambre de acero contra tiburones, asegura la compañía a 'Slate'. No cabe duda que una protección así es absolutamente necesaria, ya que los otros problemas del internet global, como el crecimiento de tráfico, solo se podrán resolver con la ayuda de nuevos cables superpotentes.
