Azúcar o edulcorante. Los dos deben ser utilizados con moderación. Lo más saludable sería tomar el café sin nada. Si no podés dejar lo dulce, podrías optar por el azúcar negra (tiene todas las propiedades nutricionales del azúcar blanco) y al hacerlo tené cuidado con la cantidad de cucharaditas que le sumás a tu café porque tiene muchas calorías. En cuanto a los edulcorantes, preferí siempre las versiones naturales (stevia y taumatina) a las industrializadas.
¿Maquillaje sobre maquillaje o lavar el rostro y empezar de cero? Lavarse la cara con un jabón común para volver a maquillarse reseca e irrita la piel. Aplicate polvo compacto con filtro solar sobre el maquillaje que ya tenés. Además de proteger tu cutis, el polvo compacto quita el brillo de la piel y corrige pequeñas imperfecciones. Pero si querés empezar de cero y no retocar tu make up, usá toallitas de limpieza. Hay en el mercado opciones para pieles sensibles y propensas al acné.
¿Usamos ese absorbente que está en la cartera o buscamos otro? Saber la respuesta es sencillo: ¿el absorbente en cuestión está dentro de la fecha de validez? ¿Su envoltorio está lacrado? Si es así, usalo tranquilamente. En caso de dudas quedate con el que está en uso y andá a la farmacia, estación de servicio o almacén más cercano. Especial cuidado con los absorventes internos, usarlos por más de seis horas aumenta el riesgo de infecciones.