La clave está en la inteligencia artificial. Existen algoritmos capaces de convertir cualquier información que se añade a una base de datos en un texto periodístico. Una vez el usuario ha seleccionado el tipo de información que considera relevante, la máquina escribe su noticia cuando llegan nuevos datos, en cuestión de minutos, actualizando la noticia anterior. Los Angeles Times usó esta solución por primera vez en 2013 para informar sobre un terremoto ocho minutos después de producirse. Estos robots ya trabajan en algunas redacciones escribiendo noticias basadas en datos puros y duros, como las relacionadas con la Bolsa.
¿Cómo deducen las webs la edad de los internautas?
Muy difícilmente. Los webmasters quieren saberla para conocer su público, para saber qué publicidad asociar a sus contenidos, y para vigilar posibles abusos o acosos en redes sociales. Los métodos directos propuestos por la industria de proveedores de servicios de internet (ISP) se ciñen a crear bases de datos donde aparezca la IP de cada ordenador (como su “matrícula”) asociada a los datos personales del visitante. Pero las leyes de privacidad lo prohíben en los países democráticos. Así que las compañías deducen las edades del comportamiento al navegar: dependiendo de los contenidos que visite. Pero es un método poco preciso y difícil de verificar.
