John Wilhelm es un fotógrafo que sintió que le faltaba algo a su trabajo, había perdido chispa y se sentía aburrido de únicamente utilizar la cámara. Fue por todo eso que decidió entrar al mundo de la fotografía digital y aprender de forma autodidacta todas las posibilidades que Photoshop y otras herramientas podían ofrecer a su trabajo.

Así fue que decidió mostrar el lado cool de papá y comenzó a jugar haciendo fantásticas escenas en donde las protagonistas fueran sus tres hijas. Elementos sacados de la imaginación de cualquier pequeño, sus mundos están plagados de fantasía y referencias a la cultura pop. Su trabajo se convierte en pequeñas y divertidas viñetas para chicos y grandes.

Las escenas las recrea en el sótano de su casa y sus hijas siempre se muestran dispuestas a ayudarlo, en gran parte porque se divierten muchísimo haciendo los retratos. Y la verdad es que, ¿a qué niño no le gustaría ser participe de tan divertido juego?

















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