La esperanza de vida en todo el mundo aumentó en promedio 6.2 años entre 1990 y 2013, según un estudio que publicó ayer la revista británica "The Lancet".
La esperanza de vida en el planeta ha crecido más de seis años desde 1990 gracias al descenso del índice de mortalidad por cáncer y cardiopatías en los países ricos y una mejor supervivencia a la diarrea, la tuberculosis y la malaria en las naciones pobres. Los hombres viven ahora 5,8 años más y las mujeres 6,6 años más.
La esperanza de vida se define como la media de la cantidad de años que vive una determinada población.
En Uruguay, aumentó cuatro años entre 1990 y 2012, según estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las últimas estadísticas actualizadas de población.
En 1990 los uruguayos vivían, en promedio, 73 años. Para 2012 la cifra había crecido a 77 años. El crecimiento se registró tanto en hombres como en mujeres; estas siguen viviendo más que los varones. De 69 años, los hombres pasaron a vivir 73. En el caso del género femenino el aumento fue algo mayor. De los 76 años promedio pasaron a vivir 81.
En la región, la OMS registró cifras similares. Argentina, cuya esperanza de vida creció de 73 a 76 años y Paraguay, con un crecimiento de 73 a 75, evidencian una realidad parecida a la uruguaya.
Chile es el país de esta zona del continente donde la esperanza de vida es mayor; de 73 años creció a los 80. Brasil también demostró un aumento significativo en su indicador, creciendo desde los 66 años en 1990 a los 74 en 2012. En los países desarrollados la mejora en la expectativa de vida está relacionada con la caída de la tasa de mortalidad en las enfermedades cardiovasculares (un 22%) y el retroceso de algunos tumores (15%, por ejemplo el de mama). Y en las zonas en desarrollo, por el control de las enfermedades infecciosas -sobre todo las respiratorias y las responsables de los procesos diarreicos en los niños- y las muertes neonatales.
Sin embargo, en un análisis sobre la Carga Mundial de Enfermedades (GBD, por su sigla en inglés) que publicó ayer la revista médica The Lancet, los investigadores de la salud concluyeron que, aunque la esperanza de vida está creciendo prácticamente en todo el mundo, una excepción notable es el África subsahariana, donde las muertes por VIH/sida han restado unos cinco años de la expectativa de vida la población desde 1990.
"El avance que estamos viendo frente a una serie de enfermedades y dolencias es bueno, incluso notable, pero podemos y debemos hacerlo mejor", dijo Christopher Murray, profesor de salud global en la Universidad de Washington en Estados Unidos, quien encabezó el estudio publicado en la revista médica.
Murray dijo que el fuerte incremento en las acciones colectivas y en la financiación aportada para combatir dolencias infecciosas potencialmente mortales, como la diarrea, el sarampión, la tuberculosis, el VIH y la malaria, han tenido un impacto real, reduciendo el índice de muertes y ampliando la expectativa de vida. Pero añadió que algunas enfermedades crónicas importantes han sido descuidadas y que están creciendo como amenazas para la vida, particularmente la cirrosis, la diabetes y las dolencias renales.
"La población ya no muere en edades tempranas, vive más y sufre patologías más propias de edades avanzadas", explica Ferran Catalá López, epidemiólogo español que se encuentra entre el millar de especialistas que han colaborado en la elaboración del estudio.
"El avance que estamos viendo frente a una serie de enfermedades y dolencias es bueno, incluso notable, pero podemos y debemos hacerlo mejor", dijo Christopher Murray, profesor de salud global en la Universidad de Washington en Estados Unidos, quien encabezó el estudio publicado en la revista médica.
Murray dijo que el fuerte incremento en las acciones colectivas y en la financiación aportada para combatir dolencias infecciosas potencialmente mortales, como la diarrea, el sarampión, la tuberculosis, el VIH y la malaria, han tenido un impacto real, reduciendo el índice de muertes y ampliando la expectativa de vida. Pero añadió que algunas enfermedades crónicas importantes han sido descuidadas y que están creciendo como amenazas para la vida, particularmente la cirrosis, la diabetes y las dolencias renales.
"La población ya no muere en edades tempranas, vive más y sufre patologías más propias de edades avanzadas", explica Ferran Catalá López, epidemiólogo español que se encuentra entre el millar de especialistas que han colaborado en la elaboración del estudio.
El GBD de 2013 aporta la estimación más actualizada y amplia del número de fallecimientos anuales por 240 causas diferentes en 188 países en 23 años, desde 1990 a 2013.
El más reciente análisis del equipo de Murray arrojó que algunos países más pobres han tenido logros excepcionales en cuanto a expectativas de vida en ese período y que personas de Nepal, Ruanda, Etiopía, Níger, Maldivas, Timor Oriental e Irán ahora viven en promedio 12 años más.
Pese a la drástica reducción de muertes infantiles en los últimos 23 años, la malaria, la diarrea y las infecciones respiratorias como la neumonía siguen estando entre las cinco principales causas de muerte para los niños menores de cinco años y provocan el fallecimiento de casi dos millones de pequeños de entre un mes y 59 meses cada año.
Otro logro mixto es que aunque las muertes mundiales por sida han caído cada año desde un punto álgido en 2005, el VIH sigue siendo la principal causa de muerte prematura en 20 de los 48 países del África subsahariana.
Pese a la drástica reducción de muertes infantiles en los últimos 23 años, la malaria, la diarrea y las infecciones respiratorias como la neumonía siguen estando entre las cinco principales causas de muerte para los niños menores de cinco años y provocan el fallecimiento de casi dos millones de pequeños de entre un mes y 59 meses cada año.
Otro logro mixto es que aunque las muertes mundiales por sida han caído cada año desde un punto álgido en 2005, el VIH sigue siendo la principal causa de muerte prematura en 20 de los 48 países del África subsahariana.