El último CES ha visto reaparecer los reproductores musicales de bolsillo, pero con una nueva y flamante denominación que vender al público ávido de novedades: sonido en alta definición. ¿Qué es la música en HD? ¿Por qué se ha puesto de moda? y sobre todo ¿Merece la pena?
¿Qué es?
A diferencia del mundo del vídeo, en el que sí que hay unos estándares muy específicos sobre que es HD o Ultra HD, en el mundo del audio no hay un estándar universal, sino varios. En general, se considera música en alta definición la que está grabada con una calidad superior a la de un CD de música. Un CD convencional suele estar grabado a 16-bit y 44,1kHz. Por tanto, la música HD es la que supera esta marca. Generalmente estamos hablando de cifras en torno a los 24-bit y de 88,2 a 192kHz.
¿Qué formatos usa?
¿Qué formatos usa?
Hay varios formatos que soportan música en alta definición. El más popular es FLAC (Free Lossless Audio Codec) y ALAC (Apple Lossless Audio Codec), que es el FLAC propietario de Apple. Ambos están comprimidos como el MP3, pero se supone que la compresión no implica pérdida de calidad, o sea, que solo elimina las frecuencias que el oído humano no es capaz de captar de todos modos.
Aparte de FLAC y ALAC, también pueden encontrarse archivos de música HD en el veterano WAV, AIF o DSD (el formato de los Super Audio CD). La calidad de cada formato puede variar en función de cómo se haya grabado y en qué frecuencias.
¿Cuáles son los dispositivos que la soportan?
Hay unos cuantos, en realidad, pero es ahora cuando parece que las principales marcas se están interesando por el audio en HD. En este CES, Sony la lanzado su nuevo Walkman ZX2. Hoy mismo es el día en el que sale a la venta el Pono Player de Neil Young, otro reproductor de bolsillo nacido en el seno de Kickstarter bajo el auspicio del popular cantante.
Hay muchas otras marcas que ya coquetean con los dispositivos de bolsillo supuestamente capaces de ofrecer audio en alta definición. Samsung, LG o Astell & Kern son algunas de ellas. Es bueno remarcar que para reproducir sonido en alta definición no basta con el archivo. Hace falta una electrónica de audio adaptada y que soporte esas tasas de bits y frecuencias. Por supuesto, también hace falta un dispositivo de salida (unos auriculares) de alta gama. En otras palabras, aunque descargues canciones en FLAC en tu smartphone, no esperes que el sonido vaya a ser en alta definición. Los reproductores de música en HD de bolsillo, por cierto, son caros. En algunos casos, como el de Sony, tan caros como 1.200 dólares. El Pono Player ronda los 400.
¿Dónde se compra la música HD?
Existen ya muchas tiendas online que venden música en HD. La web oficial del Pono Player, llamada Pono Music, ya las vende. la firma de audio Bowers & Wilkins también, y la web HD Tracks lleva tiempo haciéndolo. Incluso hay ya un puñado de servicios online que dicen ofrecer ya sonido de alta definición en streaming de forma muy limitada.
¿Por qué ahora?
La música digital en alta definición lleva mucho tiempo existiendo. ¿Por qué parece que ahora se está poniendo de moda? Aparte del tirón que puedan tener dispositivos como el Pono Player, la respuesta está en el mercado. Por una parte, el mercado de los reproductores de MP3 está condenado a renovarse o morir. El culpable de esta desaparición no hay que buscarlo muy lejos. Es el smartphone. Salvo casos muy concretos, la mayor parte de los usuarios tienen más que suficiente con su smartphone para escuchar música. Hasta reproductores tan asentados como el iPod ven mermar el terreno que pisan año tras año.
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El otro gran sector que se beneficiaría de un auge de la música en HD es el discográfico. Los servicios de streaming son una alternativa demasiado fuerte como para competir vendiendo MP3 con la misma calidad. El sonido en alta definición ofrece una palanca de ventas con las que Spotify o Grooveshark, de momento, no pueden competir.
¿Es para mi?
Llegamos a la pregunta del millón. La respuesta es complicada, pero nos atreveríamos a decir que el 90% de la población puede pasar perfectamente sin un reproductor de bolsillo en HD. La razón es que no todo el mundo es capaz de distinguir audio en alta definición de un MP3 grabado con cierta calidad. Hace falta un oído sensible y con una cierta educación. Si eres un entusiasta de la alta fidelidad probablemente reconozcas la diferencia a la primera pero, para el común de los mortales que simplemente escuchamos un poco de música con el runrún del metro de fondo probablemente sea excesivo pagar la diferencia de precio solo para tener esa calidad.
El precio también es un potente filtro en contra de la popularización de estos formatos en HD a corto plazo. No solo se trata del reproductor musical. Los auriculares en consonancia con ese equipo no son baratos. Para rematar, está la música que se vende en formatos de alta definición, que también es un poco más cara.
Finalmente está el apartado técnico. Ni siquiera existe un consenso entre los propios especialistas en audio sobre si estos dispositivos suponen una diferencia tan importante. El NY Post explica como, hasta dentro de la propia compañía que ha creado el Pono Player, los ingenieros tienen dudas sobre si el oído humano medio es capaz de distinguir las frecuencias superiores a un CD. Al menos sobre el papel, parece que la música en alta definición se escucha mejor, pero también hay un fuerte componente de marketing detrás de todo ello.