Casi todo videojuego, como actividad narrativa, suele tener una presentación, un conflicto y un desenlace. Incluso videojuegos que no son considerados "convencionales" tienen su objetivo relativamente claro: rescatar a la princesa, ser campeón, escapar de tus enemigos, acabar con el malvado villano o eliminar al ejército enemigo. Sin embargo, la lógica japonesa es bastante difícil de seguir para nuestras costumbres occidentales, resultando en varios videojuegos que parecen salidos de un mal sueño.

Algunos pensados para adultos, otros mal propuestos para niños... Aquí te mostraremos 5 videojuegos japoneses que no tienen ningún sentido, y que se tornan bastante perturbadores. Avanza hacia la siguiente pÔgina para comenzar el recorrido, pero no nos hacemos cargo de las consecuencias.

Takeshi's Challenge (Nintendo)

Un juego que emula la vida cotidiana y nos da libertad de acción sería bastante exitoso hoy en día, cuando esa parece ser la formula para muchos títulos populares. Sin embargo, era todo una experiencia cuando en 1986 se encargó un juego al popular diseñador Takeshi Kitano, creador del exitoso Space Invaders.

El resultado fue una aventura bastante extraƱa, donde para lograr "ganar" necesitƔbamos destruir nuestra vida, entregƔndonos al alcohol, abandonando nuestra esposa y dejando nuestro trabajo... Todo eso recurriendo a la violencia, dando puƱetazos a todo lo que se nos cruce. Eso sƭ: en Takeshi's Challenge nada es lo que parece, y todo parece jugar en nuestra contra.

LSD: Dream Emulator (PlayStation)

Aquƭ estamos claramente ante un caso bastante ambiguo, con un juego que podrƭa considerarse como apologƭa a las drogas, pero que al mismo tiempo resulta ser una alternativa "mƔs saludable" que probar el LSD. Si nos quedamos con su subtƭtulo, simplemente se trata de un simulador de sueƱos... Pero tomando la pieza completa, nos enfrentaremos a una experiencia bastante peculiar.

LSD: Dream Emulator es un viaje por momentos psicodélico, pero con su contraparte mÔs tétrica. Experiencia que a los mÔs impresionables seguro les darÔ mÔs de un susto, dando cada jugador su propia interpretación a estos "sueños". Simbolismo, introspección, y el terror de encontrarnos con un misterioso hombre de sobretodo gris... Un sencillo "juego" basado en los sueños de su desarrollador, que como podemos comprobar, no desaprovechó la oportunidad de trasladarnos sus traumas.

Mister Mosquito (PlayStation 2)

Nada es tan fascinante como un juego de simulación, sobre todo cuando emulamos la vida de un mosquito... O al menos eso debieron pensar sus creadores. Y curiosamente, en Japón logró causar sensación y obtener bastante popularidad.

Los mosquitos son uno de los insectos mÔs molestos, y eso es la principal atracción de este juego que podríamos considerar vagamente dentro del género "misiones de sigilo". Por otro lado, salta a la vista la afición de muchos japoneses al voyeurismo, siendo Mister Mosquito una excusa para rondar a una familia en sus rutinas, como por ejemplo dormir con poca ropa o disfrutar de un baño.

Cubivore: Survival of the Fittest (GameCube)

Creado originalmente para Nintendo 64 bajo el tƭtulo Animal Leader, Cubivore es uno de los juegos mƔs extraƱos que han sido publicados para la poco exitosa consola GameCube.

La supremacía del mÔs fuerte es claramente el leitmotiv de este juego, que mezcla violencia pura y dura con "animales" que parecen salidos del universo Minecraft. Comenzando como un simple y débil "cerdo-cubo", nuestra misión serÔ destrozar y comernos cada ser vivo que se cruce en nuestro camino, ascendiendo hacia la cima en la cadena alimenticia. Un juego calificado como apto para todo público, incluso cuando parte de la mecÔnica del juego es recompensar nuestra tarea con hembras dispuestas a copular con nuestro personaje, que se consagra como macho alfa.

Eastern Mind: The Lost Souls of Tong-Nou (PC)

Un videojuego con ese trĆ”iler, ya es para tener en cuenta como uno de los mĆ”s extraƱos... Y si tenemos algo de sentido comĆŗn, mantenerlo alejado de nuestro alcance.

Eastern Mind es la búsqueda de un personaje por su alma perdida, mientras usa el alma de un amigo, que tomó prestada por contadas horas. La cosa es que el alma estÔ perdida en la isla de Tong-Nou, que resulta ser una extraña cabeza de color verde, y en la que podemos no sólo caminar y recorrer, sino ingresar por sus orificios. ¿Qué estaba pensando su creador?

Un juego donde morir nos hace reencarnar en otros personajes, incluso algunos que apenas reencarnados nos llevan a la muerte instantÔnea... Y si te lo estabas preguntando, el creador de este juego también participó en el desarrollo de LSD: Dream Simulator. Nada mÔs que agregar.







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