El día elegido fue el 18 de noviembre de 1978. Eran las ocho de la tarde y la CBS convocaba a los estadounidenses a reunirse ante el televisor para disfrutar, una semana antes de Acción de Gracias, para disfrutar de algo nunca visto: el especial de Navidad de Star Wars.

“Si tuviera tiempo y un martillo, me gustaría localizar cada copia del programa y destrozarlas”, cuentan que afirmó una vez el mismísimo George Lucas sobre este especial de Navidad. Había transcurrido poco más de un año desde el estreno de la primera película de La guerra de las galaxias y el fenómeno no había hecho más que empezar. ¿Qué había sucedido para que el propio Lucas repudiara un especial televisivo de la película que marcaría a toda una generación?

¿Variedades?
El primer gran error de este especial de navidad, titulado ‘Star Wars Holiday Special’, es que intentaba mezclar el universo de Star Wars con lo que tenía audiencia en la televisión de aquellos últimos suspiros de los 70: los espectáculos de variedades.

Así, la mayoría de actores de la película (Harrison Ford incluido) se vieron dentro de un espectáculo televisivo con toques de musical y ‘gags’ supuestamente graciosos acompañados de los actores que solían dedicarse a estos respetables menesteres en la televisión yanqui de los años 70.

La historia
Detrás de aquellos 97 minutos de suplicio espacial estaba en realidad el propio Lucas. En realidad, fue el padre de la idea original, pero no el encargado de escribirla y dirigir el ‘show’.

Este especial único en su especie giraba en torno a Chewbacca y a su familia. Sí, en 1978 el mundo conoció a los familiares del peludo e inseparable compañero de Han Solo: su mujer, Malla; su padre, Itchy; y su hijo, Lumpy.

Esta familia de ‘wookies’ vive en el planeta Kashyyyk, el interior de una casa-árbol, y, como todos los años, toca celebrar el Día de la Vida. Ese es, básicamente, el argumento. Se acerca el momento de la fiesta más familiar de todas cuantas se celebran en el planeta (creemos) y el bueno de Chewbacca no ha llegado aún porque anda con Han Solo intentando escabullirse de unas naves ‘made in’ Darth Vader que les persiguen.


Teniendo en cuenta que se trataba de un especial de Navidad, la idea no era mala del todo. Un celebración muy semejante a Acción de Gracias sazonada con el típico retraso de un miembro de la familia por cuestiones de trabajo. Hasta ahí, podría tratarse de un programa navideño más.

Sin embargo, es necesario recordar el asunto ese de las variedades que comentábamos hace unos párrafos y algún que otro detalles que convirtió aquel especial en un bodrio: a Harrison Ford le tocó un intento de papel gracioso con demasiadas muecas (a lo Jim Carrey) y la familia de ‘wookies’ llegaba a tener escenas de10 minutos de conversación, algo que no sería grave si no fuera porque no se subtituló su incomprensible idioma gutural.

La maldición
En definitiva, un especial para olvidar. Eso es lo que, probablemente, piensen Lucas y todos los implicados en aquel ‘Star Wars Holiday Special’. Con los años, los productores y los escritores de aquel guion han reconocido que sabían que algo iba mal desde el comienzo. Aún así, permitieron que aquel Frankestein televisivo viera la luz.

Ahora bien, fue la primera vez y la última que se emitió aquel programa especial. Nunca más. Además, no se llegaron a comercializar copias del espectáculo: lo que podía haber sido una jugada maestra para llenar las arcas con el dinero de los primeros fans de La guerra de las galaxias, se convirtió en un problema. Si no, ¿cómo es que está en YouTube?  (puedes ver unos 10 minutos de ese especial al final del post)

La única forma de intentar enterrar aquel experimento fallido era no volver a emitirlo y no comercializar copias. Sin embargo, George Lucas tendrá que luchar el resto de su vida contra la maldición de este especial navideño intergaláctico.

A pesar de tener tan solo un año de antigüedad, Star Wars tenía ya un nutrido ejército de fans cuyos miembros vieron el programa de la CBS. Lo vieron o lo grabaron en VHS. El tiempo pasa, pero las cintas de vídeo permanecen. Unos cuantos años más tarde, el contenido de algunas de esas cintas grabadas en esta especie de piratería analógica fue subido a internet, así que YouTube y otras plataformas se han convertido en el nuevo contenedor de la peor pesadilla de George Lucas.







ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.