Una broma muy bien hecha. Una niña se disfraza de embarazada y pide ayuda ya que está sufriendo contracciones, a lo que llegan adultos que no pueden creer lo que están viendo, pero menos aún cuando llega un esposo, de unos 10 años también, conduciendo un auto.
Una niña embarazada tiene contracciones en un banco de la plaza
Una broma muy bien hecha. Una niña se disfraza de embarazada y pide ayuda ya que está sufriendo contracciones, a lo que llegan adultos que no pueden creer lo que están viendo, pero menos aún cuando llega un esposo, de unos 10 años también, conduciendo un auto.