La gente esta disfrutando de un buen día de domingo en la playa de Piedade, Pernambuco, en Brasil. Mientras uno de esos pequeños tornados se va acercando por el mar y todos esperan expectantes a ver que ocurre. Al llegar a tierra, la atracción ya no parece tan divertida y crea un buen desastre entre los bañistas que esperaban curiosos su llegada. Parece que tiene mas fuerza de lo que aparentaba.