Coleccionar cosas es algo muy propio del ser humano. Los sellos y las monedas están demasiado extendidos, así que muchas personas optan por guardar objetos de lo más extravagante, hasta crear las colecciones más increíbles que alguien pueda imaginar: unas rozan lo nostálgico, otras lo curioso y algunas van más allá de lo extravagante hasta el punto de hacernos dudar si nos estamos ante un loco o un genio. ¿Quieres quedarte con la boca abierta?

Envases de caramelos Pez

Las alargadas cajas de estos caramelos eran verdaderas obras de arte y no podían pasar desapercibidas. Más de uno y de dos fans coleccionaron estos curiosos recipientes: en eBay, un joven llamado Steve Glew dijo tener la colección más grande de estos dispensadores. La pasión que levantaron llegó hasta tal punto que se convirtieron en objeto de contrabando en algunos puntos de Europa del Este. ¿Hay algún director de cine en la sala?

Pelo de celebridades

John Reznikoff es coleccionista, pero no uno cualquiera. Este buen señor afirma poseer la mayor colección de pelo de famosos. Según cuenta, en su haber están los rizos de Abraham Lincoln, Albert Einstein o Marilyn Monroe. ¿Se hará una peluca con ellos?

Esculturas de flamencos

Flamencos, flamencos por todas partes. Sherry Knight tiene más de 600 objetos relacionados con este simpático animal rosa en su casa: peluches, esculturas… Sus conocidos le traen más objetos con los que engrosar su colección cuando regresan de un viaje. Si tú quieres hacer lo mismo, solo tienes que ir a visitarla a Lecanto, en Florida, y dejarle tu pequeña aportación.

Bolsas vacías de patatas fritas

¿Reciclaje? Olvídate de eso. Recopila bolsas vacías de tus ‘snacks’ favoritos como si de cromos de fútbol se tratara y guárdalas. No, no estamos locos: hay toda una web dedicadas a esta afición gastronómica tan poco ‘gourmet’. El coleccionista pide que compartas tus fotos con él y engrandezcas su colección. No lo dudes: hínchate a patatas fritas y colecciona las bolsas vacías.

Cajas de pizza

Scott Weiner es un simpático joven que ha visto arte en las cajas de pizza y tiene una colección de las más bonitas. Lo hace a lo grande: tiene más de 650 cajas de pizza procedentes de 45 países distintos. Incluso cuenta con un canal de YouTube a través del cual busca las mejores pizzas de la ciudad de Nueva York. ¿Puedes echarle una mano?

Pelusa del ombligo

Quizá una de las colecciones más extravagantes que hayamos visto nunca. Y de las que más repelús producen. Graham Paddock es un australiano que en 1984 empezó a guardar esa cosa que le aparecía en el ombligo. La tiene etiquetada y guardada en botes. Supera eso.

Carteles de ‘No molestar’

Edoardo Flores es un señor italiano que tiene en su casa una grandísima colección de carteles de No Molestar. En concreto, más de 8.700. Todo comenzó con un colgador que le llamó la atención en un hotel de Islamabad (Pakistán). Su trabajo como miembro de la Organización Internacional del Trabajo le permitió viajar por todo el mundo, así que no le resulta difícil recopilar más y más carteles.

Sillas en miniatura

Barbara Hartsfield consiguió hace unos años el récord de coleccionismo de sillas especiales para Pulgarcito. Una afición con la que lleva más de diez años y que le ha servido para montar un museo. Sí: un museo de sillas en miniatura.

Dados

Kevin Cook tiene la colección de dados más grande del planeta. En ella podemos encontrar verdaderas reliquias de lo extravagante, como dados fabricados con chocolate, jabón o cera. ¿Hace una partida?

Gatos

Alguien podría decir que coleccionar figuras de gatos no es muy extraño. Bien, estamos de acuerdo. Aunque claro, ya nos sorprende un poco más que haya quien coleccione botones con caras de gato o pisapapeles con simpáticos mininos.




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