Descubren un enorme agujero negro que desborda su galaxia

Los astrónomos han descubierto un agujero negro supemasivo que creció tan rápido que la galaxia anfitriona no fue capaz de mantener el ritmo.

Los investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH), en Suiza, junto con un equipo internacional de astrofísicos, buscaron antiguos agujeros negros masivos utilizando el telescopio de 10 metros Keck en Hawai. Aunque este tipo de observaciones son rutinarias para ellos, el equipo se vieron sorprendidos por el primer agujero negro que analizaron.

Las mediciones corresponden a la masa de una galaxia típica. Por lo tanto, tenemos un gigantesco agujero negro en una galaxia de tamaño normal", Benny Trakhtenbrot, principal autor de estudio.

Los datos recogidos con un nuevo instrumento revelaron un agujero negro gigante en una galaxia distante por lo demás normal, llamado CID-947.

Debido a que su luz tuvo que viajar una distancia muy larga, los científicos lo observaron en una época en la que el universo tenía menos de 2000 millones de años, sólo el 14 por ciento de su edad actual (casi han pasado 14000 millones de años desde el Big Bang).

Un análisis de los datos recogidos en Hawai (EE.UU.) reveló que el agujero negro en la galaxia CID-947, con casi 7000 millones de masas solares, es uno de los agujeros negros más masivos descubiertos hasta ahora.

Lo que sorprendió a los investigadores particularmente no fue el récord en cuanto a la masa del agujero negro, sino más bien la masa de la galaxia.

"Las mediciones corresponden a la masa de una galaxia típica. Por lo tanto, tenemos un gigantesco agujero negro en una galaxia de tamaño normal", Benny Trakhtenbrot, principal autor de estudio.

El resultado, que se revela junto con los pormenores de la investigación en un artículo que se publica en Science, fue tan sorprendente, que dos de los astrónomos tuvieron que verificar la masa de la galaxia de forma independiente, llegando ambos a la misma conclusión.

El enorme agujero negro fue observado a través del telescopio Keck en Hawai, EE.UU.

El enorme agujero negro fue observado a través del telescopio Keck en Hawai, EE.UU.

Hasta ahora, las observaciones indican que cuanto mayor es el número de estrellas presentes en la galaxia, más grande es el agujero negro. Esta relación, junto con otros elementos, llevó a los científicos a suponer que el crecimiento de los agujeros negros y la formación de estrellas van mano a mano.
Según Trakhtenbrot, este planteamiento es bastante razonable si un depósito común de gas frío fue el responsable de la formación de las estrellas y de la "alimentación" del agujero negro en el centro de la galaxia.

Además, estudios anteriores sugieren que la radiación emitida durante el crecimiento del agujero negro controla o incluso detiene la creación de estrellas, a medida que la energía liberada calienta el gas. Sin embargo, los últimos resultados plantean que estos procesos funcionan de forma diferente, por lo menos en el universo temprano.

Los científicos también concluyen de sus observaciones que, aunque el agujero negro ha llegado al final de su crecimiento, las estrellas seguían formándose. Contrariamente a los supuestos anteriores, el flujo de energía y gas impulsado por el agujero negro, no impidió la creación de estrellas, informa la Universidad de Yale, que también ha participado en el estudio.

Los expertos tienen la esperanza de comprender mejor los vínculos entre el agujero negro y la galaxia anfitriona, a través de observaciones con el radiotelescopio Alma, emplazado en Chile.

Hispantv
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