La situación era muy peligrosa porque se encontraban en una zona pantanosa del estuario de Gower (al sur de Gales) que empezaba a inundarse debido a la subida de la marea. Como la yegua no se movía, el potrillo no se alejaba de su lado y si no hubiesen conseguido desenredar sus patas, ambos habrían tenido un destino fatal. ”Qué suerte tuvieron! ¿Te ha gustado este video? Entonces No te olvides de compartir y darle Me gusta. Gracias!
ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnologĆ­a de Blogger.