Si bien hay muchos que utilizan un secador de pelo o abanican con diarios, un ruso fue más allá y utilizó un dron de 4.000 dólares para acelerar el fuego de un asado, una técnica poco natural que muchos considerarían como una falta de respeto al folclore de lo que significa hacer una buena parrillada. El viento generado por las cuatro potentes hélices del dispositivo hizo que el carbón prenda en cuestión de segundos.
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