Shelley Cawley acababa de tener a su hija Rylan cuando entró en un profundo estado de coma. Ella tenía la sensación de que no saldría viva de la cirugía, y de hecho se lo dijo a los doctores. Todo terminó saliendo como ella se lo esperaba. Al poco tiempo de iniciar el procedimiento de parto, Shelley se descompensó y su estado de salud se tornó grave. Afortunadamente, la niña nació sin complicaciones y Jeremy, su padre, le dio el cariño que necesitaba apenas estuvo fuera del vientre.
Iba a desconectar a su esposa de la máquina que la mantenía viva pero ocurre un milagro
Shelley Cawley acababa de tener a su hija Rylan cuando entró en un profundo estado de coma. Ella tenía la sensación de que no saldría viva de la cirugía, y de hecho se lo dijo a los doctores. Todo terminó saliendo como ella se lo esperaba. Al poco tiempo de iniciar el procedimiento de parto, Shelley se descompensó y su estado de salud se tornó grave. Afortunadamente, la niña nació sin complicaciones y Jeremy, su padre, le dio el cariño que necesitaba apenas estuvo fuera del vientre.