Bruno D'Amicis es un fotógrafo italiano (Roma,1979) que realiza fotografía de naturaleza y vida salvaje. Amante del aire libre, la naturaleza le fascinó desde su juventud. Realizó un máster en Biología en 2004 y se considera un especialista en ecosistemas de fotografía y fauna de montaña. Habla 4 idiomas y ha viajado a más de 40 países. Ha publicado 3 libros y es miembro, entre otras entidades, de la International League of Conservation Photographers. Este año Bruno D'Amicis es el ganador del prestigioso Fritz Pölking Prize 2015.

Proyecto: Fénec, pequeño fantasma de las dunas
El fénec o zorro del desierto (Vulpes zerda) es el protagonista de la mayoría de las instantáneas de Bruno D'Amicis bajo el título: “Proyecto: Fénec, pequeño fantasma de las dunas”. No en vano es el cánido más pequeño del mundo y el paso del tiempo lo han convertido en un símbolo de la vida silvestre del desierto y cómo no, en una mascota exótica muy codiciada.

Fénec, pequeña y esquiva criatura del desierto
Bruno D'Amicis dedicó largas jornadas a una de las criaturas más esquivas del desierto del Sahara, el Fénec y gracias a él ha obtenido este importante reconocimiento de fotografía de naturaleza.El Fritz Pölking Prize es un premio otorgado por la Sociedad Alemana de Fotógrafos de Naturaleza (GDT). Bruno D'Amicis trabaja como fotógrafo profesional para National Geographic, GEO, BBC Wildlife, Terre Sauvage, WWF...

Pareja de zorros del desierto
Fénecs como mascotas. La falta de recursos económicos de los habitantes más cercanos convierten a este pequeño zorro en un objeto de deseo que no hace sino amenazar su supervivencia y destruir su ya frágil hábitat.
 
Un zorro del desierto se prepara para la caza
La dulzura y las grandes orejas del fénec son dos de las características que han hecho famosa a esta especie de zorro. Es el animal del desierto por excelencia, y pueden encontrarse en el norte de África y en todo el Sáhara. Pero sus particularidades no acaban ahí.

El fénec, protagonista del Gritz Pölking Prize 2015
El zorro del desierto es un animal bastante carismático. Es capaz de excavar una madriguera en cuestión de segundos para escapar de los depredadores o del calor del desierto.

Los 'souvenirs' de zorro del desierto están a la orden del día
El fénec o zorro del desierto es un animal sorprendentemente fácil de domesticar y se adapta con rapidez al entorno con seres humanos; sin embargo, no debemos olvidar que es una especie rara y por tanto es ilegal adquirirlos o tenerlos como mascotas en muchas zonas de su área de distribución.

Huellas en el desierto
El fénec o zorro del desierto es el cánido de menor tamaño que existe: puede medir entre 35 y 41 cms de largo, y pesar entre 1 y 1,5 kgs. Su particular tamaño le permite saltar hasta 60 cms de alto y 120 de largo, lo que puede ser muy útil indistintamente para huir o cazar. Las pequeñas dunas con escasa vegetación escasa son las elegidas por el zorro del desierto para excavar sus madrigueras; es su hábitat típico.

Retrato fiel de los fénecs
Desafiando las tormentas de arena y las condiciones de trabajo, Bruno D'Amicis documentó la vida de un animal difícil de fotografiar en la naturaleza, debido a sus hábitos tímidos y nocturnos. 

El fénec no es una especie actualmente amenazada
Según la UICN, no es una especie amenazada (su estado de conservación no es preocupante) pero es perseguida y cazada por su piel o para comerciar con ella como mascotas exóticas, por lo que, según el CITES (The Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora), su comercio ha de ser debidamente regulado.

Los fénecs se adaptan bien al ser humano
El fénec o zorro del desierto representa la especie más pequeña de su familia. Todo su organismo está adaptado para adaptarse a las condiciones desérticas: puede sobrevivir sin agua y es capaz de soportar temperaturas extremas gracias a su pelaje y a sus orejas que le sirven como sistema de refrigeración de la sangre.

Premio Fritz Pölking Junior : Connor Stefanison
El ganador del Premio Fritz Pölking Junior ha sido el canadiense Connor Stefanison (nacido en 1991) quien convenció al jurado con un reportaje de la cabra blanca o cabra de las Rocosas (Oreamnos americanus) cuyo hábitat alpino está seriamente amenazado por el cambio climático.

La belleza de la cabra de las Rocosas captada por Stefanison
El joven fotógrafo de 24 años Connor Stefanison, ganador del Fritz Pölking Junior -para capturar estas excelentes instantáneas-, pasó varios días en las montañas de América del Norte, cuyas rocas están llenas de minerales. Las cabras lamen estas rocas para tener un suministro adecuado de sal en su organismo.

La cabra blanca, protagonista del Premio Fritz Pölking Junior
La cabra blanca es una especie endémica de Norteamérica (Canadá y EE.UU.). Vive en zonas altas, ya que es una excelente trepadora y se alimenta principalmente de hierba.

Animales extremos en el Premio Fritz Pölking
La densa lana de la cabra blanca le permite tolerar temperaturas de hasta -45ºC y vientos de más de 150 kilómetros por hora. En las estaciones más calurosas, pueden rasparse contra las rocas o los árboles y desprenderse de algo de lana extra para no pasar calor.

Los fotógranos más jóvenes también tienen su hueco
El ganador del Premio Fritz Pölking Junior, Connor Stefanison, decidió con 17 años dedicarse a fondo a la fotografía, siendo desde muy pequeño un gran amante del deporte al aire libre. En 2008 cambió el ciclismo por la fotografía.












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