El termino Tickling traducido al español significa cosquillas y actualmente es una práctica sexual que forma parte de los juegos previos y que combina el placer del orgasmo con la risa.
Está comprobado científicamente que el cosquilleo libera endorfinas (hormona de la felicidad), lo que estimula el área del cerebro vinculada con el goce y el placer.
No existe una zona específica en la cual hacer las cosquillas eróticas. Todo tu cuerpo puede convertirse en una gran zona erógena sensible, del cuello o los pezones a la punta del pie, todo vale. Y lo más importante: que cada uno descubra su propio “punto débil”, algo que también puede ser una parte esencial del juego. A éste le puedes sumar un poco de bondage y usar vendas o ataduras, será más placentero, pues tu pareja no espera en qué zona será la estimulación.
Te mostramos algunas opciones para practicarlo:
• Usa tu nariz, las puntas de los dedos o la lengua para hacer cosquillas. Esto lo hará mucho más interesante.
• Si querés lograr sensaciones distintas, podés usar plumas, cepillos, telas o cualquier objeto que sea suave para estimular sin lastimar la piel.
• Estimulá distintas áreas del cuerpo, hasta que encuentres las que produzcan más placer o sean más sensibles a las cosquillas.
• No hagas cosquillas solo en la misma zona. Si lo hacés, tu pareja se sentirá incómoda.
• Las mejores zonas para las cosquillas eróticas son el cuello, los muslos, el estómago, los pies y los genitales.
Consejo para un juego con Tickling: Hacé que tu pareja se acueste boca abajo, y lentamente empezá a hacerle cosquillas en el cuello. Luego bajá por su espina dorsal con ligeros toques con plumas, y seguidamente más fuertes, con un cepillo. Hacele cosquillas en la parte posterior de sus pantorrillas con un trozo de terciopelo u otros materiales.