A algunas personas les incomoda subirse a los ascensores, esto sucede por algo muy lógico: están encerrados con desconocidos en una caja metálica cubierta de espejos. Ahí cualquier movimiento se siente como si fuera un gesto relevante, las miradas intentan no cruzarse y lo único que se puede esperar es que el tiempo pase rápido. ¿Te ha gustado este video? Entonces No te olvides de compartir y darle Me gusta. Gracias!
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