Pues aún hay historias más abracadabrantes. Como la del chino Meng Zhaoguo, quien en 2011, relató que mantuvo un coito de cuarenta minutos (menuda resistencia la de este hombre) con una extraterreste de tres metros de alto y con doce dedos en cada mano. Por si todo esto fuera poco, Meng asegura que copularon mientras levitaban.
Hay que especificar, eso sí, que no todas las personas que padecen exophilia son supuestas víctimas de abducciones. Hay quienes no creen en los ovnis pero, aún así, en su fuero interno se excitan fantaseando con seres de otros mundos. Lo cuál se puede entender si tenemos en cuenta a alienígenas de ficción tan sexys como la Natasha Henstridge de Species, o el Jeff Bridges de Starman.
Pero la cosa se torna enfermiza cuando, tal y cómo se relata en el libro Extra-terrestrial Sex Fetish, algunos exophilos recurren a artilugios cómo telescopios para excitarse analmente. Con todo, seguramente, quienes más sufran esta parafilia sean los pobres extraterrestres, si es que existen. Probablemente, estarán hasta la escafandra (o hasta las antenas) de ser tratados como meros objetos sexuales.