Cuando Charlie Lines saltó al terreno de juego, un miembro de seguridad le detuvo derribándole, pero Bill Williams le pidió que le dejara acercarse y, no solo eso, sino que le regaló su medalla de campeón ante la alegría y perplejidad del niño. El propio jugador describía así cómo había sucedido todo: “ Yo estaba dando la vuelta de honor con mis compañeros y vi que un niño venía agotado y fue atrapado por un miembro de seguridad, que lo abordó.
ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.