Los vecinos de la zona alertaron a la policía por los gemidos que procedían de la vivienda abandonada. Pronto estos se acercaron a ver la escena y se encontraron el pastel en plena efervescencia. No dudaron en sacar el móvil y hacer fotos del acto, algo muy típico en estos días, pero la policía exhortó a la pareja encendida a vestirse para llevarlos a comisaría, y a los demás a volver a sus aposentos (imaginamos que a comentar el material bruto del improvisado rodaje).
Dicen que es importante separar el trabajo del amor, por aquello de mantener una distancia y conseguir así la independencia. Sobre todo si te dedicas a menesteres ligados a la justicia, esa que representa una mujer con los ojos vendados y una balanza en permanente equilibrio para que, por ejemplo, nadie se caiga de la cama. La fiscal será sometida ahora a un interrogatorio para esclarecer si tuvo algo que ver con que el preso consiguiera la ansiada libertad.