El ente encargado de organizar los comicios en Uruguay es la Corte Electoral. En Colombia, el segundo más confiable con 62%, es el Consejo Nacional Electoral. Compartiendo el tercer puesto, con 56%, están Costa Rica y Chile, donde la gestión está a cargo del Tribunal Supremo de Elecciones y del Servicio Electoral, respectivamente.
Luego vienen República Dominicana (Junta Central Electoral), con 55%; Panamá (Tribunal Electoral), con 51%; Perú (Jurado Nacional de Elecciones), con 46%; Paraguay (Tribunal Superior de Justicia Electoral), con 45%; y México (Instituto Nacional Electoral), con 43 por ciento. Comparten el décimo lugar, con 39%, Ecuador (Consejo Nacional Electoral) y Argentina (Dirección Nacional Electoral), uno de los únicos países en los que el ente organizador depende directamente del Poder Ejecutivo.
¿Cuáles son los menos creíbles para la población? Honduras (Tribunal Supremo Electoral), con 22%; El Salvador (Tribunal Supremo Electoral), con 28%; y Venezuela (Consejo Nacional Electoral), con 31 por ciento.
El promedio de América Latina es bajo, sólo un 44% tiene confianza. El dato es preocupante, porque la transparencia del voto y el acuerdo de toda la comunidad en que no haya trampa es el grado cero de la democracia. Si menos de la mitad de la población cree en quienes se ocupan de contar los sufragios, difícilmente puedan confiar en las autoridades que emanan de él, sus representantes.