Ahora, agentes del FBI han detenido al empresario de 32 años acusado de fraude en su gestión de la compañía biotecnológica Retrophin, para la que trabajó hasta el año pasado.
Según afirma el fiscal federal Robert Capers, Shkreli "siguió el esquema Ponzi".
Este modelo de estafa consiste en hacer creer a los inversores que su capital se dedicará a valores seguros que subirán de precio, que les darán x porcentaje de interés. Parece que el estafador va especular con su dinero, pero en realidad no lo invierte en nada. La clave está en conseguir muchos inversores y pagarles los intereses con su propio dinero.
Los inversores van cobrando lo prometido y, contentos, animan a sus amigos a participar. Cada vez hay más gente en el ajo. Mientras no quieran recuperar la inversión inicial, todo va bien. Incluso si algunos lo hacen, no pasa nada.
Pero cuando varios empiezan a retirar su dinero, todo explota y se descubre el pastel.
A Shkreli se le acusa de haber realizado numerosas transacciones financieras que perjudicaron la solvencia de la compañía. La demanda señala que Shkreli tenía un socio, el abogado Evan Greebel, quien fue consejero externo de Retrophin entre 2012 y 2014.
Shkreli y Greebel defraudaron a los inversores de MSNB Capital, MSMB Healthcare y a Retrophin, donde se hicieron con activos para financiar obligaciones y deudas personales. Utilizó la compañía como "su propia hucha", explicó el fiscal Capers.
Según se explica en la demanda, ambos transfirieron acciones de Retrophin a MSMB Capital, aunque el fondo nunca llegó a invertirse en la compañía. Acordaron pagos con inversores defradudados del fondo de cobertura, además de rubricar cargos falsos de consultoría con MSMB Capital y Elea Capital.