Los Cooper estaban devastados. Su labrador había desaparecido hace ya cuatro días y no había rastros de él. Pero Radar no era sólo parte de la familia, durante años también fue el perro de servicio, compañero y guardián de las hijas de los Cooper, Madeline y Sophia, que sufrían de un trastorno genético degenerativo y terminal que poco antes les había quitado la vida.
El reencuentro con su perro perdido fue una especie de regalo de Navidad
Los Cooper estaban devastados. Su labrador había desaparecido hace ya cuatro días y no había rastros de él. Pero Radar no era sólo parte de la familia, durante años también fue el perro de servicio, compañero y guardián de las hijas de los Cooper, Madeline y Sophia, que sufrían de un trastorno genético degenerativo y terminal que poco antes les había quitado la vida.