La Navidad puede resultar ser la época del año más feliz para unos y más triste para otros. Cuando la vida te sonríe, tienes al lado a los tuyos y tiempo para disfrutar de ellos mimándolos y cuidándolos, todo puede parecer extraordinario. 

Pero, cuando por algún motivo, no tienes la posibilidad de estar con tu familia, o estando con ella no tienes los medios para celebrar la navidad con las mesas y los regalos que por estos días los medios de comunicación nos muestran como ideales, puedes sentirte triste o deprimido.

Pero no puede, bajo ningún concepto, una convención establecida por la sociedad de consumo, ser el modelo y la meta que nos esforcemos en alcanzar. 
Si tienes los medios económicos para dar regalos, está bien, pero si no los tienes: ¡está bien!. 

En esta época del año, mi hija se hace muchos problemas pensando en qué me puede regalar. Si me lo pregunta, yo le digo siempre que no necesito nada que su amor es suficiente (mas allá de molestarla pidiendo "la paz mundial"). Pero cuando digo que su amor es mas que suficiente, es verdad, es estrictamente verdadero. Es que, no todos los regalos que se pueden hacer en navidad son los comprados.  Aquello que pedimos desde nuestro corazón tiene un gran valor. Por ejemplo: la salud de un familiar, el bienestar de los amigos, vivir en armonía, o disfrutar el amor de un hijo o de la pareja, son motivos mas que suficientes para agradecerle a la vida, y sentirnos felices.

Ante los cambios del mundo moderno, muchas de estas  tradiciones, y estos pequeños actos cotidianos se han ido perdiendo. En la actualidad muchos niños y adolescentes, mas enfrascados en sus celulares que en la vida misma, parecen ajenos a los rituales familiares de antaño. Estas celebraciones en familia crean vínculos emocionales de amor y alegría, y una mejor navidad pasa por disfrutar, con los hijos, familia y amigos, horas juntos contándonos anécdotas, riendo juntos, recordando a los que se fueron, y disfrutando de ese amor puro y desinteresado que sólo nuestros seres cercanos nos pueden brindar.


Que en estas fiestas, tengas todo esto...y si llega algún regalo disfrútalo, pero no por ello pierdas de vista a tu gente, que son en definitiva los que nos motivan, retan, e inspiran a seguir adelante, a pesar de todo, no solo en navidad, sino en cada día del año y de nuestra vida.

Felices fiestas.

Con la tecnología de Blogger.