¿Qué actor o actriz no ha soñado alguna vez con ganar el Oscar? El premio que otorga desde 1929 la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas ha encumbrado a numerosos intérpretes que han visto de esta manera recompensado su trabajo. Pero, ¿qué pasa con los actores que han sido vapuleados por sus pésimas interpretaciones? Pues resulta que tanto para ellos, como para los guionistas, directores y películas también hay reservado unos galardones en forma de frambuesa que premian lo peor de la industria cinematográfica solo un día antes de que tenga lugar la gran fiesta de los premios más importantes del cine.
Los Razzie, también conocidos como los Golden Raspberry, los anti-Oscar o más vulgarmente como los premios ‘pedorreta’ - fueron creados en 1980 por el crítico y relaciones públicas John Wilson como antídoto al glamour de Hollywood. Y lo más curioso es que entre sus nominados y ganadores nos encontramos con estrellas que han sido galardonadas con el Oscar. Paradojas de la industria del séptimo arte.
Un actor oscarizado que goce de buena reputación pensará que no debería preocuparse en exceso por acabar en la lista de los considerados ‘peores’ del año, pero este no ha sido el caso de Eddie Redmayne. Si el actor británico consiguió alzarse el año pasado con la estatuilla dorada en su primera nominación por encarnar al científico Stephen Hawking en La teoría del todo y este año también se halla entre los nominados a mejor actor por meterse en la piel de la pintora transexual Lili Elbe en La chica danesa, este 27 de febrero su nombre podría sonar como el del peor actor de reparto por su lamentable trabajo en El destino de Júpiter. Méritos no le faltan. Su papel del villano emperador Balem Abrasax en el filme de los hermanos Wachowski no ha gustado para nada a los votantes de la organización que otorga las Frambuesas de Oro; tampoco han valorado como bueno precisamente el rocambolesco guión firmado por los autores de Matrix ni creen que el papel de Mila Kunis sea merecedor de algo positivo.
Sin embargo, el de Redmayne no es el primer caso en el que un intérprete en buena racha opta de forma simultánea al Oscar y al Razzie. Para muestra, el triste honor reservado en la lista de este 2016 a la actriz Julianne Moore, que si bien se llevó en la pasada ceremonia de los Oscar su tan ansiado galardón por interpretar a una enferma de Alzheimer en Siempre Alice, este año es candidata a los “pedorretas” en la categoría de peor actriz de reparto por su poco convincente papel de bruja en El séptimo hijo.
Otra oscarizada, Gwyneth Paltrow, que hace mucho que no figura entre los nombres grandes de la industria, tiene el honor de participar en la categoría de peor actriz por su trabajo en Mortdecai, un privilegio que comparte con Johnny Depp, su compañero de reparto en este filme, que ha visto como se esfumaba su oportunidad de estar entre los cinco actores grandes del año por su actuación en Black Mass para ser reconocido solo por su baja calidad actoral como marchante de arte en la película dirigida por David Koepp.
Aunque no ha ganado todavía ni un Oscar ni un Razzie, el nombre de Rooney Mara aparece escrito entre los candidatos a premio en ambas ceremonias. Nominada como mejor actriz de reparto por Carol, Mara también tiene muchas papeletas para recibir el galardón a la peor actriz de reparto. Su interpretación de Tiger Lily en Pan ha dejado bastante que desear a la crítica, que no le ha perdonado que sea una actriz blanca quien interprete a la hija de un jefe piel roja.
Si echamos una vista a ediciones anteriores sorprende el caso de Sandra Bullock. La protagonista de Gravity ganó el Razzie a la peor actriz por All About Steve en 2010 y al día siguiente se coronó como la mejor intérprete femenina por The Blind side , convirtiéndose en la primera actriz en ser la “mejor” y la “peor” el mismo año y más concretamente el mismo fin de semana (fue su primera nominación al Oscar y la tercera al Razzie). Bullock se lo tomó con humor y llegó orgullosa al hotel Roosevelt a recoger su Razzie. Con su mejor sonrisa, la popular actriz estadounidense llevó algunas copias en DVD de All About Steve por la que fue premiada, las repartió entre el público y aseguró: “Volveré el año próximo si ustedes ven la película y reconsideran que realmente fue la peor actuación de este año. Y si no lo fue, les devolveré el Razzie”. De momento, no ha tenido que regresar.
Una situación parecida fue la que vivió Halle Berry pero en años distintos. En 2002, la atractiva actriz demostró que ara algo más que una cara bonita al hacerse con el Oscar por su impecable trabajo en Monster’s Ball. Dos años más tarde, su reputación como actriz de renombre se vería degradada por su personaje de Catwoman en la película dirigida por Pitof en 2004. Ni corta ni perezosa, en la gala de los ‘peores’ Berry posó para los fotógrafos sosteniendo su Oscar en la mano izquierda y su Razzie en la derecha agradeciendo el “premio”, lo cual fue muy aplaudido por la crítica.
Quién no se lo tomó con tanto entusiasmo fue Ben Affleck, que cuenta con dos Oscar a sus espaldas, uno conseguido junto a su inseparable amigo Matt Damon en 1998 por el guión de El indomable Will Hunting y otro como mejor director por Argo en 2012. En 2003 hizo triplete como peor actor por sus desastrosos trabajos en Daredevil, Gigli y Paycheck. Affleck no acudió a la gala y preguntó por qué no había recibido el premio. Le fue entregado en directo en el programa Larry King Live una semana después y cuando lo tuvo entre sus manos lo rompió en el acto.
Otro artista galardonado con ambos premios es el italiano Roberto Benigni. En 1998 recibió dos Oscar, uno como mejor actor y el otro en la categoría de mejor película de habla no inglesa por La vida es bella. Sin embargo, cuatro años después, la fallida Pinocho le hizo merecedor del Razzie al peor actor del año.
Con Kevin Costner también tenemos un claro ejemplo de lo que significa llegar de lo más alto a lo más bajo en la industria del cine. El estadounidense logró la fama y la gloria como director en 1990 por Danza con Lobos, filme que obtuvo también el premio a la mejor película en la edición de ese año. Sin embargo, el aclamado director pasó pronto a engrosar la lista de los anti-Oscar y llegó a acumular tres premios al peor actor por Robin Hood, príncipe de los ladrones (1991), Wyatt Earp (1994) y El Cartero (1997).
Otro peso pesado como Al Pacino no ha sido únicamente reconocido por su buen hacer interpretativo. El protagonista de la saga de El Padrino recogió elogios y la preciada estatuilla por su papel de ciego en Perfume de mujer (1992), pero en 2011 los únicos halagos que obtuvo fueron con forma de Frambuesa por su trabajo en Jack & Jill, protagonizada por Adam Sandler, un actor omnipresente en los Razzie.
El caso de Olivier, Brando y Heston
Un grande de la actuación, el británico Laurence Olivier, ganador del Oscar en 1948 por Hamlet, fue curiosamente el destinatario del Razzie al peor actor en 1982 por Inchon y El cantor de Jazz. Otro mito del cine, Marlon Brando, vio recompensado su trabajo con un Oscar en dos ocasiones por La ley del silencio (1954) y El Padrino (1972). Por otro lado, su papel en La isla del Dr. Moreau (1996) solo le trajo problemas y disgustos, incluido el Razzie.
Si Ben-Hur supuso la consagración de Charlton Heston como mejor actor en 1959, su participación en Como perros y gatos, El Planeta de los simios y Enredos de sociedad le otorgarían la “pedorreta” al peor intérprete en 2001. La misma situación ocurrió con otras estrellas consagradas del celuloide: Faye Dunaway y Liza Minnelli. La primera, ganadora de un Oscar en 1976 por Network tiene en su currículum dos premios que la deshonran como actriz; Queridísima Mama (1981), en la que hacía de una histriónica Joan Crawford y La Suplente (1993), donde encarnaba a la ambiciosa trabajadora de Timothy Hutton.
Por su parte, la hija de Vincente Minnelli y Judy Garland cuenta con una estatuilla dorada como mejor actriz por Cabaret (1972) y por otro lado posee una Frambuesa de Oro por su pésima interpretación en Arthur 2: On the rocks (1988).
Y si hablamos de guionistas, Brian Helgeland se convirtió en la primera persona en recibir un Razzie y un Oscar en el mismo año. Su Oscar al mejor guion adaptado en 1998 por L.A. Confidential le fue entregado un día después de ganar el Razzie al peor guion por Mensajero del futuro, de Kevin Costner. Aunque no asistió a la ceremonia, sí expresó su deseo de recibir el “deshonor” para ponerlo junto a su Oscar, para recordarle “la naturaleza quijotesca” de Hollywood.
El ‘desquite’ de Stallone
Otro de los actores más premiados en los anti-Oscar, con un total de nueve galardones, es el veterano Sylvester Stallone, que este año es el claro favorito a alzarse con el premio de la Academia en la categoría de mejor actor de reparto por su aclamada interpretación en Creed, la séptima entrega de la saga Rocky. Su trabajo ya se vio recompensado con un Globo de Oro y esta vez a ‘Sly’ le ha llegado el turno de desquitarse.
Los ganadores de la 36 edición de los premios Razzie se conocerán el próximo 27 de febrero, un día antes de la ceremonia de entrega de los Oscar.