Pero, ¿estas psicopatías son realistas?
Un grupo de psiquiatras belgas encabezado por el profesor Samuel Leistedt ha visionado 400 películas con el afán de responder a esta pregunta. Y este ha sido su Top 3:
1- Anton Chigurh
1- Anton Chigurh
El protagonista de No es país para viejos, interpretado por Javier Bardem, es el mejor retratado según Leistedt y compañía. "Parece ser totalmente invulnerable a cualquier tipo de emoción humana", explica el psiquiatra.
Porque el estereotipo de psicópatas que se plasma en el cine no se ajusta nada con la realidad. No existe ninguna risa histriónica ni ojos salidos de las órbitas, sino un déficit de capacidad emocional considerable.
2- Henry Lee Lucas
La exactitud con la que se plasma a este personaje se debe a que está basado en un hecho real. Encarnado por Michael Rooker en Henry, retrato de un asesino, vuelve a enseñar que la psicopatía nace de una incapacidad a las relaciones humanas desde un punto de vista mucho más introvertido.
3- Hans Beckert
Por último, el protagonista de la película alemana M, el vampiro de Düsseldorf (1931) se asemeja mucho a lo que vendría a ser un sociópata. En este caso, el personaje interpretado por Peter Lorre es un pederasta y asesino de niños inspirado en un caso real de la propia ciudad.
" La mayoría de los psicópatas ficticios se asemejan al Boogeyman internacional", aclara Leistedt. Pero el arquetipo de villano se aleja completamente de los psicópatas reales. No existe ningún Patrick Bateman (American Psycho) ni Gordon Gekko ( Wall Street).
Sin embargo, ejemplos como los anteriormente mencionados pueden darnos una idea de lo que, por desgracia, podríamos encontrarnos en la vida real.