La fotografía infrarroja requiere de una fuente de radiación infrarroja. Todo cuerpo caliente emite radiación en la gama del infrarrojo.
El equipo fotográfico que se necesita, puede ser una cámara reflex convencional, acompañada de filtros y película sensible a esta longitud de onda.
Los filtros infrarrojos tienen como misión excluir la radiación ultravioleta y la totalidad o gran parte del espectro visible, dejando pasar a través del objetivo de la cámara solamente el espectro infrarrojo. Sin un filtro de infrarrojo, la película absorbería todo el espectro dejando el negativo inservible.
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