En Burundi viven varias nacionalidades: los hutu (que constituyen la mayoría), los tutsi y los twa, un pueblo pigmeo que forma solo el 1% de la población.
Los idiomas oficiales son el francés y el kirundi, una lengua bantú.
El 92,9% de la población es cristiana.
Pero también está muy extendido el culto a los antepasados muertos.
Según las estadísticas de mortalidad infantil, en Burundi mueren casi 61 niños de cada 1.000 nacidos.
La carne aporta solo 48 calorías a la dieta diaria de los burundeses.
La alimentación de los habitantes de Burundi se basa principalmente en la yuca, los frijoles, el plátano, la patata dulce y los cereales.
Burundi es un país agrícola.
Una tienda en la capital del país, Buyumbura.
La parte suroccidental de Burundi tiene salida al lago Tanganica, el más largo del mundo y uno de los más profundos.
El país no tiene red de ferrocarril.
Solo el 7% de las carreteras están pavimentadas.
La mayor parte de las exportaciones, el 54%, son de café.
La moneda nacional es el franco de Burundi, que equivale a 0,0006 dólares.
Burundi, uno de los países más pobres del mundo, tiene también una de las tasas de emigración más altas del planeta.