El Privilegio del blanco o Privilège du blanc, es un privilegio concedido a las reinas católicas y a las consortes de los monarcas católicos, gracias al cual pueden vestir de blanco en una audiencia con el papa católico, siendo obligatorio para las demás mujeres que vistan de negro.
El protocolo formal vaticano para las audiencias papales exigía que las mujeres utilicen un vestido negro sin ningún escote, mangas que cubran los brazos, falda por debajo de la rodilla y una mantilla. Para los varones se exigía frac, con chaleco y pajarita de piqué blancos. Para los militares, uniforme de gala.
Desde los años ochenta, los códigos de la etiqueta vaticana se han convertido en opcionales; así diversos invitados, diplomáticos y jefes de estado, optaron por vestir trajes de corbata en su asistencia al acto de coronación Benedicto XVI en 2005.
En las últimas décadas, algunas jefas de estado y primeras damas no han elegido el vestido negro tradicional en las audiencias papales; este es el caso de las presidentas de Irlanda Mary Robinson y Mary McAleese; quienes vistieron de verde y traje negro informal sin mantilla respectivamente en sus visitas a Juan Pablo II. Del mismo modo, Raísa Gorbachova vistió un vestido corto rojo en su visita. Cherie Blair, la esposa del Primer Ministro del Reino Unido, Anthony Blair, generó controversia cuando vistió de blanco en su visita al papa en 2006. En el año 2012, Shiranthi Rajapaksa, esposa del presidente de Sri Lanka, faltó al protocolo usando un vestido de color blanco con rojo y descubierto en la cintura. Este protocolo solo aplica para audiencias en el Vaticano.
Actualmente, pueden vestir de blanco:
- Reina Sofía de España (desde la proclamación de su esposo, Juan Carlos I de España, en 1975).
- Reina Paola de Bélgica (desde la coronación de su esposo, Alberto II de Bélgica, en 1993).
- Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo (desde el acceso al trono de su esposo, Enrique de Luxemburgo, en 2000).
- Princesa Charlène de Mónaco (desde 2013).
- Reina Matilde de Bélgica (desde la coronación de su esposo, Felipe de Bélgica, en 2013).
- Reina Letizia de España (desde la proclamación de su esposo, Felipe VI de España, en 2014).
Las otras dos monarquías católicas, Liechtenstein y Lesoto, no tienen este privilegio. Tampoco la reina consorte de los Países Bajos (Máxima), aunque no renunció al catolicismo al contraer matrimonio.
También puede hacer uso de este derecho la Princesa de Nápoles, como consorte del pretendiente al trono de Italia y princesa de la Casa de Saboya, como hicieron uso de este privilegio, sin ser reinas, las princesas de Italia.