Esto es lo mismo que piensa el equipo de la aerolínea Alaska Airlnes, que retrasó uno de sus vuelos para que los pasajeros pudieran asistir, en asientos de primera fila, a un eclipse solar mientras estaban en el cielo. El fenómeno, que duró aproximadamente unos 3 minutos y fue grabado desde la cabina del avión, no dejó indiferente a nadie. De hecho, al final todo el mundo comenzó a aplaudir por el maravilloso espectáculo al que acaban de asistir.
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