El bebé de corta edad, en medio de una rabieta feroz durante la noche se encarama como una gallina, pleno de equilibrio y aplomo, a la barandilla de la cuna en la que duerme. ¿Cómo es posible? El niño, identificado sólo como Conner, se paró en el borde de la cuna y gritó sin parar hasta que se dejó caer de nuevo sobre su lecho. Las rarezas registradas hacen que nos preguntemos si no estaremos ante el ‘teaser’ de una película de terror.
Lo que seguramente tenía el chiquito era una pesadilla y gritaba por sus "mami" y su "papi" quienes en vez de acudir corriendo para consolarlo prefieren dejarlo desesperado llorando para ganar visitas en youtube. Eso es mas escalofriante aun.
