Los bebés necesitan meses para aprender a sonreír, pero ¿qué pasa cuando el bebé es prácticamente ciego? Leopold Wilbur Reppond, un bebé de cuatro meses de Seattle, sufre de albinismo ocular que afecta severamente a su vista. 

Él nunca había visto claramente a su familia y solo podía “ver” con sus manos: reconociendo a su padre por el tacto de su barba, o a su madre tocando su cara.

Gracias a las gafas especiales para niños de Miraflex, el pequeño Leo finalmente tiene la oportunidad de ver. 


Después de unos momentos, vas a verle entender que algo ha cambiado, y, cuando mira a su madre la primera vez, sonríe.

En el siguiente emotivo video, Erin, la madre de Leo, le pone las gafas a su hijo por primera vez. 



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