Si bien es cierto que los espacios pequeños pueden resultar muy acogedores, es una pena desaprovechar las oportunidades que ofrece un salón por no saber gestionar la decoración.
Independientemente del gusto de cada uno por los espacios más barrocos o más minimalistas, existen una serie de “leyes naturales” que consiguen engañar al ojo y hacer que una habitación resulte más grande de lo que es. Conocer el papel que desempeñan el color, los estampados o la propia disposición del mobiliario es vital para sacarle el máximo partido a ese par de metros cuadrados al que llamamos hogar.