El último ejemplo de ello es Victoria’s Secret. La marca de lencería, que también lleva años dedicándose a la ropa deportiva y la de baño, ha dado un paso revolucionario con la colección “No Padding Is Sexy Now!” (“Ahora lo sexy es no llevar relleno”).
La colección se basa en productos que reivindican los pechos pequeños y naturales, de tallas más pequeñas de las que habitualmente protagonizan estos anuncios. La serie consiste, por tanto, en prendas sin rellenos, costuras ni aros que empoderan a las mujeres con senos menos voluptuosos.
Pero la reestructuración de la marca podría esconder una oscura realidad. El pasado abril, L Brands, la empresa propietaria de Victoria's Secret, anunció un recorte de 200 empleados en dos de sus oficinas. Además, comunicaron que se eliminarían algunos artículos como los trajes de baño para centrarse en otros más básicos.