Esta escena de la que muchos aquellos espectadores habrían pensado que era obra de un brujo, se producía cuando un objeto que está siendo filmado se retira fuera la vista de la cámara durante una interrupción del rodaje, sin cambiar el plano de posición, antes de volver a encender la cámara. Un efecto primitivo que Méliès utilizó después, conscientemente, en algunos de sus famosos y revolucionarios filmes, tales como «Viaje a la luna» (1902) o «El viaje imposible».
Pero antes de estas películas ya hubo otra que utilizó voluntariamente los efectos especiales: «Execution of Mary, Queen Of Scots» (Ejecución de María, Reina de los Escoceses). Considerada la primera secuencia de efectos especiales en la historia del cine, se trataba de un cortometraje de 43 segundos que, en 1895, horrorizó a los espectadores que fueron a verla, al creerse que lo que allí se proyectaba había ocurrido de verdad.
Fue rodada en los Laboratorios Edison de West Orange, en el estado de Nueva Jersey. Obviamente, en blanco y negro y sin sonido, pues ese mismo año fue en el que dio comienzo la historia del cine con los hermanos Lumière como protagonistas que, el 28 de diciembre de 1895, proyectaron públicamente por primera vez la salida de obreros de una fábrica en Lyon. El éxito fue inmediato, no solo en Francia, también en Europa y Estados Unidos, donde el protagonista de nuestro rodaje ya había grabado numerosas escenas. Una de ellas fue esta «decapitación» de la Reina María.
De una forma tosca, pero innovadora para aquel año de finales del siglo XIX, se usó una técnica parecida a la del «Stop Trick», en la que la condenada era sustituida por un muñeco de apariencia muy real antes de su decapitación. Los espectadores quedaron tan asombrados con el efecto que, aun sabiendo que María I de Escocia había sido ejecutada en 1587, tras ser declarada culpable por traición al dar su autorización para asesinar a la Reina Isabel I, bastantes de ellos creyeron que la actriz que la interpretaba en la ficción había dado su vida para poder rodar la escena. María había sido decapitada como una mártir en el castillo de Fotheringhay, a los 45 años de edad, con un vestido rojo que no se percibe en la película.
Muchos de los efectos especiales de finales del siglo XIX y principios del XX se usaron para realizar falsas representaciones como esta de noticias famosas, ya fueran antiguas como la relatada, u otras contemporáneas como guerras, accidentes de trenes o catástrofes naturales de toda índole, casi a modo de documental. Todo ello, usando modelos a escala, miniaturas y pinturas sobre vidrio.
Mira a continuación la escena de la "decapitación":
