La música, igual que tu estado de ánimo, es capaz de influir en una multitud de actividades realizadas a diario. Una de ellas es la composición fotográfica. Las imágenes varían dependiendo de la música que se escucha mientras se captura o edita una fotografía, pues ésta influye dramáticamente en las emociones, lo que quiere decir que la música de tus bandas favoritas está relacionada con la forma en que interpretas al mundo.
Las actividades creativas —contrario a lo que se piensa— no son una expresión del todo libre: su contenido está relacionado profundamente con los sentimientos y el estado de ánimo del autor, de forma que si alguien deprimido, pretende retratar un paisaje primaveral, por más alegre que aparezca ante sus ojos, él encontrará la forma de cambiar la perspectiva y crear una composición fotográfica que refleje tristeza y melancolía.
Diversos estudios científicos han comprobado la influencia que la música tiene sobre actividades artísticas, especialmente los fotógrafos, cuyo trabajo puede capturarse inmediatamente y la interpretación de un mismo objeto, paisaje o lugar puede variar en la forma, pero no en el contenido. Para demostrar lo anterior, el fotógrafo Jay Yeager, que dijo haber sentido en distintas ocasiones que la música que escuchaba al tomar fotografías delineaba un patrón de estilo en sus imágenes, compartió dos grupos de fotografías que lo único que tenían en común era que habían sido concebidas mientras escuchaba un tipo de música específico.
Un estudio más de la Universidad de Missouri pidió a un grupo de personas que registrara sus emociones después de escuchar por dos semanas una selección de piezas elaborada cuidadosamente con canciones que poseen un ritmo rápido de revoluciones por minuto. A otro grupo, se le asignaron piezas con un ritmo medio bajo la misma dinámica. El resultado mostró que las zonas cerebrales asociadas con las sensaciones positivas a lo largo de esas dos semanas, presentaron una actividad significativamente mayor en las personas que escucharon música más rápida que en las que escucharon música a un ritmo menos acelerado.
La influencia de la música en el cerebro humano es innegable. Una pieza puede aumentar dramáticamente tu capacidad creativa, creando algo tan complejo como una representación visual de esa canción. Tu música favorita puede detonar tu imaginación y por eso es recomendable utilizarla mientras realizas actividades asociadas con ello como pintar, escribir, estudiar e incluso dormir. -