La costra protectora o callosidad suelen aparecer encima de los dedos de los pies, en las articulaciones de las falanges o en forma de engrosamientos en las plantas de los pies y los talones. Los callos no son solo un problema estético, sino también pueden ser una fuente de dolor y molestias al caminar.
Muchas personas cometen el grave error de intentar arrancar o rebanar los callos para reducir esa fea apariencia de piel reseca y gruesa. Sin embargo, esto puede ser muy doloroso y puede dar lugar a infecciones que pueden hacer el problema más grave. Es por esta razón que debemos buscar otras alternativas para acabar con los callos y ser muy pacientes en el proceso de eliminación.
Lo primero que debes hacer para prevenir y eliminar los callos es remplazar el calzado que está produciendo esta molestia en tus pies. En lo posible se debe utilizar un calzado cómodo y que permita el flujo de aire. Así mismo, se debe procurar usar calcetines cuando se utilice calzado cerrado.
Mantener la piel de los pies limpia y seca en todo momento. Si eres de los que sufre sudoración en los pies, no olvides utilizar un antitranspirante y calcetines.
Después de un día difícil prepara un baño para tus pies con un poco de agua caliente con jabón líquido. Déjalos en remojo 10 minutos y sentirás alivio.
Ingredientes a utilizar para eliminar las durezas o callos
- Aceite de lavanda.
- Glicerina.
- Aceite de almendras dulces.
- Lanolina.
Como hacerlo:
Lo que haremos será derretir 5 cucharadas de lanolina a baño de maría. Ahora buscaras otro recipiente y colocaras tres cucharadas de aceite de almendra dulce y 3 cucharadas de glicerina y luego le añades unas gotas de aceite de lavanda.
Cuando la mezcla se encuentren ambas listas, y caliente, la mezclaremos hasta que queden completamente ligadas. Luego la dejamos enfriar y la echamos en un envase para luego ir tomando de apoco y aplicarla en los callos.
¿Cómo debemos de usar este remedio?
La aplicación es muy simple, para ello solo vamos aplicar la mezcla sobre los lugares donde se encuentren las durezas o callos y frotaremos el área por diez minutos en ambos pies. Recuerda que antes de realizar este procedimiento tus pies deben de estar limpios. Este remedio es bastante bueno, por lo que si lo usas con regularidad, después que veas los resultados, solo úsala dos o tres veces al mes, para no ocasionar ningún tipo de lesión a la piel.