Con una participación cercana al 70% del electorado, las elecciones del domingo registraron la menor afluencia de ciudadanos a las urnas desde el regreso a la democracia tras la dictadura franquista.
Esta falta de interés no sólo quedó demostrada en el ausentismo, sino en los votos anulados. Y algunos de los que se decantaron por esta opción demostraron su desencanto de manera explícita dentro del sobre.