Tras 155 días de misión en 1984, los cosmonautas a bordo de la estación espacial Salyut 7 observaron supuestamente una cegadora luz naranja que iluminó todo el interior de la nave, pasando incluso a través de muros opacos.
Al mirar por las ventanillas, vieron que toda la estación espacial rusa estaba rodeada por 7 ángeles con alas y aureolas. Eso sí, cada uno de ellos tenía el tamaño aproximado de un avión Boeing 747.
Tras permanecer ahí durante unos 10 minutos, terminaron por desvanecerse.
Tras este incidente, la misión continuó según sus parámetros normales. No obstante, en el día 167, después de que otros 3 cosmonautas llegasen a la estación espacial embarcados en la nave Soyuz T-12, se volvió a repetir el mismo fenómeno.
Una vez la misión finalizó, se supone que las autoridades soviéticas silenciaron el encuentro divino de sus cosmonautas con los gigantescos «ángeles del espacio».
Según los amantes de las teorías de la conspiración, los cosmonautas rusos no serían los únicos que tuvieron estos encuentros divinos.
Desde 1995, el Observatorio Solar y Helioesférico ha vislumbrado presuntamente imágenes de formas angelicales volando cerca del Sol.
A pesar de que la NASA ha dicho una y otra vez que estas imágenes son simples errores normales que se producen durante su procesamiento, los amantes de las teorías conspirativas reiteran que deben ser ángeles o alienígenas.
Algunos creyentes llegan más lejos. Creen que la NASA ha capturado repetidas imágenes de estas formas etéreas del espacio y ha compartido la información con el Vaticano.
Incluso tienen la declaración de un supuesto ingeniero aeroespacial que describe las formas como: «7 figuras gigantes. Todas tenían alas y halos místicos. Medían unos 80 pies de alto y poseían alas tan largas como las de los aviones. Sus caras eran redondeadas y pacíficas, y todos radiaban. Estaban llenos de alegría y fueron fotografiados por el Telescopio Hubble. Parecían sonreírse entre ellos, como si estuviesen revelando un glorioso secreto al resto del universo».
Aunque la NASA aparentemente crea que son ángeles guardianes protectores, el Vaticano les ha identificado como los ángeles representantes de las 7 iglesias de Asia y los «7 periodos de la iglesia».
Supuestamente, el Papa Juan Pablo II temía que no fueran las formas benevolentes por las que se hacían pasar.