En Ciudad de México, un joven originario del estado de Guerrero se subió a un puente de la ciudad y amenazó con suicidarse. Según sus palabras, se sentía “solo y deprimido”, por lo que creyó que no tenía sentido continuar con su vida.

Sin embargo, pronto llegó el cuerpo policial dispuesto a actuar. Su misión era evitar el suicido del hombre, así que comenzaron a hablar con él intentando animarle de todas las formas que se les ocurrieron.

Después de varios minutos de mediación, los policías detectaron que el hombre estaba en estado de embriaguez. De este modo, pensaron en ofrecer en ofrecerle comida .

La sugerencia de tomarse unos tacos convenció al hombre de no acabar con su vida, por lo que los policías acabaron invitándole a cenar en un local llamado Taquería Corona, situada en un barrio cercano.

“ Hemos tratado de convencerle de que la vida es hermosa y no tiene por qué terminar así”, ha explicado Martin Santiago, uno de los paramédicos que se ocuparon del caso.

Finalmente, el hombre fue llevado a un centro de salud mental.




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