Estar en medio de un beso apasionado y abrir los ojos no solo es considerado extraño, sino que intimidante para quien estamos besando, pues lo que se espera es cerrar los ojos cuando unimos nuestros labios con otro, ¿no es así?

Pero... ¿Por qué cerramos los ojos al besar?
Podríamos pensar que es una convención social, pero la ciencia tiene una respuesta diferente y una vez que la conozcas te parecerá bastante lógica y nunca más querrás abrirlos mientras te besas.

¿Por qué cerramos los ojos al besar?
Una investigación realizada por la Universidad de Londres que buscaba analizar la relación entre las sensaciones táctiles y visuales concluyó que nuestro cerebro no es capaz procesar ambos sentidos cuando uno de ellos está siendo estimulado fuertemente, como es el caso de los labios durante un beso.

El estar concentrados en un sentido y luego recibir un estimulo en otro provoca siempre una distracción, la que no nos importa mucho si las sensaciones o acciones no son importantes, pero en caso de aquellas que nos generan bienestar escogemos concentrarnos en ellas.

Un beso implica estimulo sobre una de las zonas de nuestro cuerpo con más receptores nerviosos como son los labios, generando una serie de sensaciones que nuestro cerebro interpreta como placenteras liberando así ciertas hormonas y neurotransmisores.

Abrir los ojos al besar implica distraerse de la fuerte sensación de placer que nos está entregando el sentido del tacto, por lo que el cerebro opta por desconectarse de esos sentidos menos importantes en el momento y quedarse con tan placentera experiencia sensorial.

No solo cerramos los ojos al besar, sino que también solemos hacerlo cuando necesitamos concentrarnos en algo casi sin darnos cuenta, despejando así la información que nuestro cerebro recibe y permitiendo que se dedique a una tarea específica, ya sea pensar como cuando intentas resolver un problema o disfrutar como cuando tienes sexo.

Los científicos participantes en la investigación también concluyeron que al «apagar» otros sentidos como por ejemplo el de la vista o audición se amplifica lo que transmite el tacto, no por nada al besarnos sentimos que nada más existe alrededor de nosotros.

La próxima vez que beses ni te cuestiones sobre el abrir o no los ojos, sino que disfruta al máximo de esta experiencia sensorial sin que otros sentidos vengan a perturbar esa exquisita sensación de placer que trae el sentir los labios de otra persona sobre los tuyos.





ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.