cuando pensábamos que ya nada nos sorprendería, viene la señora Sylvia Ann Driskell y, con la naturalidad de quien denuncia a un vecino molesto, interpone nada más y nada menos que una demanda universal contra todos los gays del planeta Tierra.
Lo curioso del asunto es que esto, por disparatado que parezca, no es una invención ni una broma, es totalmente real. Tanto como que existe el documento oficial emitido por el Juzgado de Omaha, pequeña localidad del estado de Nebraska en Estados Unidos donde se ha interpuesto la querella.
Ante la convicción e insistencia de Sylvia Ann, los funcionarios no tuvieron más remedio que hacer efectiva la denuncia compuesta de siete folios escritos de su puño y letra en los cuales la demandante se autoproclama embajadora de Dios todopoderoso y su hijo Jesucristo, argumentando con detalle las razones por las que "demuestra" que la homosexualidad es un pecado.
El objetivo de la demanda según la mujer de 66 años, es iniciar un proceso en el que se impida a los homosexuales adoptar niños e incluso que se penalice el acto sexual en sí, convirtiéndolo oficialmente en un delito debido a su naturaleza pecaminosa.
La mujer se sustenta como argumentación en citas de la Biblia, tales como: "Si alguno se acuesta con varón, ciertamente ha de morir" (Levítico 20-13). Con pasajes como este tomados al pie de la letra y usados como prueba, la señora podría estar sugiriendo lindezas como la pena de muerte para los homosexuales.
Para concluir, completa sus argumentos catalogando a todos los gays de mentirosos y ladrones, e indicando que ellos son conscientes de estar cometiendo horribles pecados, si no, no estarían muchos ocultos dentro del armario.
La noticia ha sido recibida por la gran mayoría como un auténtico disparate y un motivo de mofa hacia una persona que denota fanatismo y poco equilibrio mental. Pero lo cierto es que no pasa desapercibido el hecho de que esta querella se ha tomado en serio por el juzgado; la denuncia es legal y se encuentra en vigor.
La noticia ha sido recibida por la gran mayoría como un auténtico disparate y un motivo de mofa hacia una persona que denota fanatismo y poco equilibrio mental. Pero lo cierto es que no pasa desapercibido el hecho de que esta querella se ha tomado en serio por el juzgado; la denuncia es legal y se encuentra en vigor.